miércoles, 2 de abril de 2008

Valiente

Le daban miedo las pisadas
las puertas entreabiertas
las cortinas
los pies de las esfinges
la lengua de los gatos.

Le asustaban la risa de los viejos
y las fotos de niños con corbata
los osos de peluche
las gaviotas de cine
de los años sesenta.

Temía sobre todo
ver llorar a su padre
recorrer un pasillo
cortarse con papel
y morir cada noche.

Pero era tan valiente
que miraba a los ojos
y derramaba el alma
y decía te amo
y era cierto.

Poema perteneciente al libro "Aunque cubras mi cuerpo de cerezas" y foto de la presentación que tuvo lugar en la galería Catarsis en octubre de 2005. Este poema es quizá el favorito de Alfonso González-Calero y a él se lo dedico, aunque sé que rara vez pasa por aquí porque la tecnología no es lo suyo.


7 comentarios:

nuria ruiz de viñaspre dijo...

Me encanta este poema, creo que lo he leído en algún otro sitio, y me sigue resultando maravilloso ese equilibrio entre la fotografía y el poema, la foto no la había visto, pero hay tanta naturalidad equilibrada en esos otros lenguajes más corporales. Sí, nuestros cuerpos son vehículos. Las cerezas descendidas en un cuerpo, sus pisadas silenciosamente rojas en la espalda…. Le daba miedo el sonido, el ruido que salía de cada cuerpo…, por eso prefería el silencio, aquel círculo cerrado, morada de su alma, encendida llama donde podía gritar ese “te amo” y no mentir. Es precioso tu poema

Ah ya te tengo en el reader, ahora lo entiendo

tournesols dijo...

Esto es precioso, ya me comentaste un vez sobre las cerezas y se me olvidó decirte lo muchísimo que me gustan: ¡me paso el día jugueteando con ellas!

Qué ganas de tatuarme el cuerpo con tus versos.

*

Hugo Izarra dijo...

Yo el tuyo sí lo conocía, lo conocí a través de tu página en MiLiteraturas, pero soy un visitante discreto.

Anónimo dijo...

Me acuerdo que yo un día también pinté tu cuerpo con cerezas,aún solamente te conocian los muy íntimos. Ahora, cuando los elefantes se han comido las cerezas de tu cuerpo -mujer árbol-, se empieza a mostrar al mundo la sabia que alimenta tu espíritu. Se hace más pesado soportar el frio, pero es más fácil entrar al calor que desprenden los que te aman.

Ricard dijo...

nada puede aterrar mas a un escritor que cortarse con una hoja de papel... son heridas que nunca sanan...

te he descubierto a traves de militeraturas...

felicidades por todo, quiza por casi todo... que mas da

felicidades

Anónimo dijo...

Bonito poema.
Me gustaría saber si podriamos poner enlaces en nuestros respectivos blogs??

http://miguelgonzalezaranda.blogspot.com/

Un saludo

Alea dijo...

Gracia, vi tu comentario en mi blog, me alegra mucho que te haya gustado, te dejo mi mail as� seguimos en contacto (gabriel_ignacio_c@hotmail.com),
segu� posteando poemas!

saludos!