¡Hola! ¿Hay alguien ahí? Después de tantos meses de abandono no me extrañaría que ya no quedara ningún visitante en este Vals al que, sin duda, le han salido algunas telarañas.
Podría parecer que esta ausencia es culpa del verano, o de las vacaciones (que no he tenido), pero no, no ha sido así. Este silencio bloguero se ha debido a una acumulación de circunstancias arrastradas desde la primavera, en las que se conjugan cuestiones personales y proyectos profesionales.
En este último apartado, más allá de las performances y recitales que realicé allá por mayo y junio (qué lejos queda eso y, sin embargo, qué rápido ha pasado el tiempo), a finales de ese primer mes estival inicié un proyecto del que muy pronto daré cuenta aquí, y que ha absorbido toda mi atención y mis energías.
Pero, vayamos paso a paso o, post a post, y pongamos algunas fotografías de los acontecimientos pasados, para poder afrontar los acontecimientos presentes y futuros. Aunque los amigos y amigas de Facebook ya las habrán visto porque he de reconocer -mea culpa-, que en las redes sociales no he sido tan perezosa como en la blogosfera (la rapidez y la comodidad mandan). Bueno, basta ya de disculpas.
Ahí voy con los posts atrasados…
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